Noticias: Kenia: La comunidad Ogiek de Chepkitale documenta por primera vez sus estatutos consuetudinarios con el fin de asegurar la conservación permanente de sus tierras ancestrales y recursos naturales
«Nosotros no hemos conservado nunca. Es nuestra forma de vivir la que conserva. Hemos tenido estos estatutos consuetudinarios desde siempre, pero no los habíamos puesto por escrito hasta ahora».
Como resultado de un intenso proceso comunitario de trazado de mapas y de diálogo, los Ogiek del Monte Elgon, Kenia, han finalizado sus estatutos y los han recopilado en un documento que empieza así:
«Los Ogiek han vivido en sus tierras ancestrales, Chepkitale, gobernados por sus tradiciones, que son la ley no escrita, y sujetos a ellas. Eso es lo que recoge este documento en el lenguaje más sencillo posible. Es un producto de la comunidad, elaborado por la comunidad. Ha sido escrito con aportaciones exclusivamente de la comunidad y ha sido aprobado y sancionado por la comunidad. Aporta una estructura de gobernanza pertinente para la comunidad actual como lo ha sido durante siglos».
Este proceso ha involucrado un debate muy apasionado. En cierta manera los Ogiek están simplemente poniendo por escrito cómo se han organizado y cómo han gestionado su bosque y sus páramos desde tiempos inmemoriales, pero como señaló un miembro de la comunidad: «Cuando escribes cosas para decir esto es lo que deberíamos hacer, hay miembros de la comunidad que no están de acuerdo y tienes que decidir qué vas a hacer».
La comunidad Ogiek adoptó sus estatutos en una reunión multitudinaria celebrada en Laboot en abril de 2013, pero solo después de un gran debate. Por fin, el 8 de julio de 2013, la Declaración de Laboot incluyó los siguientes estatutos clave:
- Los estatutos escritos de la comunidad son las leyes consuetudinarias de la comunidad Ogiek de Chepkitale y son vinculantes para todos y cada uno de los miembros de la comunidad.
- Está totalmente prohibido quemar carbón vegetal.
- Las instalaciones ilegales de elaboración de cerveza serán quemadas.
- La caza furtiva está estrictamente prohibida.
- La agricultura comercial está prohibida.
- El consejo de administración de la comunidad está instituido.
- Las luchas para reclamar todos nuestros territorios continúan.
El siguiente paso inmediato ha sido informar a las diferentes autoridades de la existencia de los estatutos que gobiernan sus tierras, y buscar su apoyo para que los Ogiek los apliquen. El Comisionado del Distrito felicitó a la comunidad por ser mucho más fuerte en cuestiones de conservación que cualquier otra autoridad. Los Ogiek explicaron al Servicio Forestal de Kenia (KFS por sus siglas en inglés) que estaban decididos a poner fin a la quema de carbón vegetal que está destruyendo los bosques indígenas a pesar de que esos bosques son un área supuestamente controlada por el KFS. El KFS siempre se ha opuesto a que los Ogiek permanezcan en sus tierras ancestrales desde que fueron registradas como reserva nacional (sin su consentimiento), pero después de que unos exploradores Ogiek arrestaran a unas personas que estaban quemando carbón vegetal y las entregaran al KFS este último ha empezado a realizar también este tipo de arrestos. Los exploradores de la comunidad Ogiek empezaron arrestando a las personas que generaban un mayor riesgo al quemar carbón vegetal, lo cual «significó que ahora nuestra comunidad no tiene miedo de hablar». El KFS realizó una exploración aérea y reconoce que la quema de carbón vegetal ha disminuido enormemente.
Aunque las tierras ancestrales de la comunidad Ogiek de Chepkitale, Monte Elgon, fueron convertidas en reserva cinegética nacional sin su consentimiento en 2000 (con lo que su presencia allí pasó a ser ilegal), dicha comunidad tiene claramente derecho a sus tierras ancestrales en virtud de la Constitución de Kenia de 2010, que reconoce las tierras ancestrales y las tierras tradicionalmente ocupadas por cazadores-recolectores como los Ogiek, como tierras comunitarias. Los Ogiek se han implicado mucho en la elaboración del Proyecto de Ley de Tierras Comunitarias, el cual debe reconocer este derecho. Sin embargo, el enfoque predominante de la conservación en Kenia sigue prohibiendo que las áreas catalogadas como parques nacionales y reservas forestales sean ocupadas por personas.
Los británicos expulsaron a los Ogiek de las áreas forestales del Monte Elgon y solo les dejaron habitar los páramos de Chepkitale que consideraban inútiles y a los que categorizaron como «reserva tribal» sin títulos de propiedad en 1938 (tras lo que pasaron a ser «tierras en fideicomiso» en 1942). Después los Ogiek fueron desalojados del Parque Nacional del Monte Elgon cuando este fue creado en 1968 en las laderas orientales del monte. El Consejo del Condado del Monte Elgon tuvo a su cargo a la propia Chepkitale como tierra en fideicomiso, hasta que en 2000, sin consultar a los Ogiek, pidió al Gobierno que registrara la tierra como reserva nacional, como consecuencia de lo cual los Ogiek que vivían allí pasaron a ser «intrusos ilegales».
A pesar de ser desalojados de Chepkitale contra su voluntad y violentamente muchas veces, la última en 2006, los Ogiek han vuelto continuamente. A principios de 2011, cuando les amenazaron otra vez con ser desalojados, el Forest Peoples Programme (Programa para los Pueblos de los Bosques) empezó a trabajar con la organización Ogiek llamada Chepkitale Indigenous Peoples' Development Project o CIPDP (Proyecto de Desarrollo de los Pueblos Indígenas de Chepkitale) y con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) para realizar una evaluación piloto del Mecanismo de Whakatane, una iniciativa de la UICN que aborda precisamente este tipo de injusticias que sufren las comunidades locales en nombre de la conservación.
La primera evaluación de Whakatane del mundo se realizó a finales de 2011 en el Monte Elgon, para lo que acudieron allí órganos dedicados a la conservación y autoridades locales para ver por sí mismos que la presencia de los Ogiek ayuda a proteger la fauna y flora silvestres y los bosques en vez de ser una amenaza para ellos. La evaluación también fue el origen de un diálogo entre la comunidad y el Consejo del Condado del Monte Elgon que finalmente condujo a una resolución unánime del Consejo en la que reconoció que no debía haber pedido al Gobierno que registrara oficialmente Chepkitale como reserva nacional, y en la que solicitó al Gobierno que revocase tal registro.
Gracias a la tenacidad del CIPDP muchos de los implicados en esta situación han cambiado posteriormente su actitud. Ya no se prohíbe el paso a coches que transportan personas enfermas al hospital, y ya no se incendian escuelas ni clínicas. En lugar de esto, el Gobierno está financiando el 50% de las nuevas escuelas primarias de los Ogiek y les han llevado cabinas para que voten en las elecciones de 2013, tras lo que el nuevo Gobernador del Condado fue a visitar a la comunidad y aplaudió su labor.
Pero en definitiva, a no ser que el Gobierno revoque el registro de su tierra como reserva natural, los Ogiek seguirán viviendo con el temor de ser desalojados, aunque tienen la esperanza (basada en su duro trabajo) de que el Gobierno reconocerá que es mejor evitar una larga batalla en los tribunales que, de acuerdo con la nueva constitución, sin duda perderá, y que opte por colaborar con la comunidad para demostrar que la conservación basada en los derechos humanos es la nueva forma de explicar un sistema ancestral que reconoce que si cuidas de la tierra, ella cuidará de ti: «Nosotros no hemos conservado nunca. Es nuestra forma de vivir la que conserva».
El FPP y el CIPDP desean reconocer el apoyo de WF Southall Trust, Paul K. Feyerabend Foundation, Ford East Africa, TIDES y Synchronicity Earth.